Chaetodermis penicilligerus 5 a 8 cm

Sorprendente especie de pez marino lleno de excrecencias cutáneas lo que le convierte en el rey del camuflaje, mitad pez y mitad alga.

No es un habitual en los comercios especialidades pero suelen aparecer ejemplares esporádicamente.

Pertenece a la familia de los Monacántidos (Monacanthidae). La familia se caracteriza por presentar dos espinas que forman su primera aleta dorsale, una delantera de mayor tamaño y una segunda de menor medida. La familia engloba a peces conocidos para el aficionado como el Acreichthys tomentosus (empleado como controlador biológico contra las aiptasias) y el imposible de mantener en acuario Oxymonacanthus longirostris. Peces marinos, especies difíciles de mantener en cautividad

Se trata de un pez lima que en un primer momento fue clasificado dentro de la familia Balistoides, Balistes spinsissimus.

Los ejemplares juveniles tienen una tonalidad más clara que van oscureciendo con la edad. Su coloración varía en función del medio y puede ir desde el blanco a un gran número de colores que le sirven como camuflaje. Tanto juveniles como adultos presentan diversas líneas finas horizontales que recorren todo su cuerpo. Su capacidad de camuflaje es tan importante que cuesta muchas veces distinguirlo incluso en el acuario.

Dentro de la táctica de camuflaje emplea el quedarse totalmente estático como si de una alga flotante se tratara, incluso si lo tocamos.

El Chaetodermis penicilligerus tiene una potente dentadura formada por 6 dientes cortantes que emplea incluso para sujetarse a la roca viva o a los invertebrados pétreos.

Se alimenta de pequeños invertebrados, pequeños crustáceos y moluscos. Es posible que toque tunicados y pólipos coralinos. No es conveniente por tanto mantenerlo con ningún tipo de invertebrados. En cautividad lo podemos alimentar a base de carne de pescado y bivalvos. Su temperamento es muy tímido por lo que a la hora de alimentarlo conviene mantener una distancia prudencial con el acuario y distribuir bien el alimento para que le llegue a sus cercanías.

No debería mantenerse en acuarios de menos de 300 litros. Por norma general los adultos tienen a vivir de forma solitaria. Los ejemplares jóvenes se juntan al refugio de las algas